Volver a ser un país normal

Por primera vez se abrió la puerta para ingresar a un país distinto al que hemos vivido en estos 12 años, que fue un país en el que el "poder acumulado a partir de la división de la sociedad y del odio paralizó la creación colectiva y nos conduzco a la decadencia moral y material".

30 de Octubre 2015

Horacio Ghilini
Secretario de Relaciones Institucionales de SADOP
Secretario de Políticas Económicas y Sociales de la CGT

Por primera vez se abrió la puerta para ingresar a un país distinto al que hemos vivido en estos 12 años, que fue un país en el que el "poder acumulado a partir de la división de la sociedad y del odio  paralizó la creación colectiva y nos conduzco a la decadencia moral y material". Padecimiento ese que comenzó con "la codicia, o afán desmesurado por acumular riquezas, que fue un motor importante en la gestión de Néstor Kirchner" y continuó con  "la desmesura irrumpiendo por otros canales. La codicia cambió por el síndrome de Hybris, el afán por superar los límites del hombre (y la mujer): la enfermedad del poder. La furia y el orgullo, la prepotencia, la soberbia y la arrogancia"

Y pensar que nosotros acompañamos, compartimos, criticamos, aplaudimos y sostuvimos a ese poder que "gobierna con resentimiento".

Pasa que somos peronistas y de esas cosas espeluznantes nunca nos anoticiamos. Más aún, las disfrutamos por ignorantes que somos, algo así como unos "negros cabeza" masoquistas.

Los muchachos que eso piensan y dicen en público, en este caso a través de "la tribuna de doctrina", editorial "Cuando gobierna el resentimiento", lograron abrir la puerta para que uno de sus protegidos nos lleve de vuelta a la normalidad. Ahora, que el protegido haya robado con el contrabando, intentado hacerlo con una estafa fallida mediante una obra de cloaca que costaba un Perú, financiar candidatos y campaña electoral con dineros asignados a publicidad inexistente, pagar por vagones que son chatarra como si fueran nuevos y así en una larga secuencia de decisiones que prueban que es un buen y honesto administrador, son lauros que por ser mesurados no cuentan.

La pregunta que nos hacemos después de las elecciones de ayer, es si le seguimos poniendo energía a lo que son, la tribuna de doctrina, sus socios y el protegido que ya se aprobó el modelo de bastón, o nos dedicamos a pelear por lo que viene. Con claridad lo dice Daniel Artana, economista de Fiel  entre otros méritos. Nos avisa que "después del 10 de diciembre llegará la oportunidad de volver a la normalidad económica".

Ese es el debate. ¿La "normalidad económica" de ellos es la nuestra? Sin confrontación de políticas y de historia, el 22 de noviembre ganará el país normal de ellos.

 

Publicado en T&E

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