Memoria del pasado y educación para el presente

24 de Marzo de 1976, 24 de Marzo de 2013

22 de Marzo 2013

A 37 años del golpe cívico militar que se instauró en nuestro país a partir del 24 de marzo de 1976, la Secretaría de Derechos Humanos de SADOP, bajo el nombre de “Derechos Humanos y Trabajo. Un espacio para la Memoria”, llevó adelante una mesa debate en la que estuvieron presentes los diputados nacionales Remo Carlotto (Provincia de Buenos Aires), ex coordinador del área de investigación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y Marcos Cleri (Santa Fe); el Secretario de Derechos Humanos de la CGT y Secretario General de la UOMA (Unión Obrera Molinera Argentina) Carlos Barbeito y el Secretario General de SADOP, Mario Almirón.

Fueron de suma importancia las distintas disertaciones, el Diputado Remo Carlotto quien, por su historia de lucha, indisolublemente ligada a su propia historia familiar, por su testimonio –que hizo especial hincapié en la sistematicidad del plan para secuestrar, torturar y matar personas- y por su claridad conceptual en referir ese período como un todo, incluyendo no sólo el cariz perverso que encerraba el asesinato de militantes sino también su ligazón con un plan económico de desmantelamiento de la industria nacional y de enajenación de la cosa pública, merecen rescatarse las siguientes líneas de pensamiento:

“En términos generales, la mirada de lo que significó la dictadura militar, estaba centrada fundamentalmente en analizar la situación de las víctimas; en estos últimos años esa visión se amplió para la comprensión de la razón por qué existió el terrorismo de Estado en nuestro país.”

“La última dictadura vino con una planificación muy clara, ya que significó 30 mil compañeros detenidos desaparecidos, más de 10 mil presos políticos, cerca de 250 mil personas que se exiliaron –sea este externo o interno, 500 niños apropiados, robados de las manos de nuestros compañeros nacidos durante el cautiverio de sus madres; pero la dictadura cívico militar también significó pasar de 7 mil millones de dólares de deuda externa a más de 40 mil millones de deuda externa y la destrucción de más de 250 mil pequeñas y medianas empresas, verdadero motor de la generación de trabajo”

“Martínez de Hoz, recientemente fallecido,  lamentablemente porque nosotros buscábamos que pagara con cárcel efectiva y común la participación criminal que tuvo durante esa dictadura cívico militar. El plan económico que De Hoz planteaba retirar de la administración del Estado la intervención sobre la economía, planteaba romper con su esquema estatizante, pero planteaba –y hacía explícito que la Argentina tenía que ser un país agroexportador de materias primas, un país para 15 millones de habitantes; ese accionar necesitaba claramente de una acción represiva que condicionara o impidiera que los sectores más dinámicos del pueblo argentino reaccionaran frente a eso; por eso las primeras víctimas de la dictadura cívico militar fueron los trabajadores.”

SADOP en general y su Secretaría de Derechos Humanos en particular invitan a reflexionar sobre el sentido de esta conmemoración y analizar las consecuencias que aquel fatídico hecho histórico dejó en la sociedad argentina toda. La memoria propone reconocer lo ocurrido como un hito más dentro de la historia argentina y latinoamericana, signada por la lucha entre los proyectos de país que se pensaron aliados a las potencias extranjeras y aquellos que bregaron por la soberanía, por un desarrollo basado en una verdadera autodeterminación como nación y como región. En este marco entendemos la defensa de los derechos humanos como un valor asociado a la autonomía de los pueblos y a la justicia social.

La dura represión instalada para cumplir con estos cometidos fue sufrida por toda la población y particularmente por aquellos militantes que se oponían al régimen dictatorial. Los crímenes de la dictadura constituyen delitos de lesa humanidad, violaciones flagrantes a los derechos humanos. A pesar de la amnistía que la misma Junta se otorgó antes de dejar el poder; a pesar de las leyes de Obediencia Debida, del Punto Final y del Indulto, los organismos de derechos humanos, acompañados por otros sectores que apoyaron sus reivindicaciones, mantuvieron el seguimiento de las causas judiciales y lograron que hoy haya cientos de juicios realizándose en distintos lugares del país, que se hayan dictado ya muchas condenas firmes y que decenas de represores permanezcan encarcelados en establecimientos penitenciarios comunes. Aunque a todas luces el camino por recorrer es mucho, Argentina se ha puesto a la vanguardia en el mundo en la búsqueda de verdad y de justicia.

 

Para escuchar la totalidad de las disertaciones que se dieron en el marco de la mesa debate del pasado 19 de marzo, hacer click en el siguiente link:

http://www.sendspace.com/file/aghg2i

 

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