¿Cómo enfrentamos los trabajadores de la educación los desafíos de articular el Proyecto de Nación con el modelo educativo? ¿Qué posición adoptamos ante las transformaciones y cambios de época? ¿Cómo elaboramos la integración regional hacia el interior de los sistemas educativos? Nos proponemos reflexionar acerca de estos y otros interrogantes planteados en forma de problemas para nuestro ser y quehacer como trabajadores de la educación en América Latina y el Caribe.
La Educación fue y es bastardeada con recetas mecanicistas que buscan escindirla de su naturaleza política y aislarla, ya sea como un hecho individual o como un proceso ajeno a la historia y la cultura de los pueblos.
Los trabajadores buscamos empoderarnos de la Educación como proceso político, hecho pedagógico y lucha por la dignidad. Nada es neutral en Educación.
Por ello, promovemos un espacio de análisis y reflexión que en forma simultánea nos vincule a los procesos de lucha por la Pedagogía Crítica y la Educación Popular, y nos proyecte a asumir los nuevos desafíos científicos y tecnológicos de la revolución.
Pensar la Educación desde una perspectiva situada es retomar las vigencias y herencias del pensamiento de Paulo Freire, quien con su militancia, su obra pedagógica y su inserción en la política pública marcó el sentir y hacer de miles y miles de educadores populares en el continente.
Reflexionar vigencias es re-significar en el contexto actual ideas, líneas y experiencias. La valoración trasciende el mero evocar. Intentaremos entrar en Freire para confrontarlo en clave histórica y re-leerlo en el hoy.
La invitación a recorrer sus cinco pedagogías, desde la Pedagogía del Oprimido a la Pedagogía de la Esperanza, es en sí misma una convocatoria a recorrer la historia reciente del mundo (“Cartas pedagógicas en un mundo revuelto”) mirada desde América Latina y el Caribe con ojos de militantes y manos de educadores.
De allí que la propuesta articule la Educación Popular con la integración regional. Una perspectiva integral para una política educativa institucional, local y nacional para la liberación personal y social.
Un intencionado reduccionismo del pensamiento y la acción de Paulo Freire pretendieron
–aún lo intentan– circunscribirlo a la alfabetización de adultos. Como si el hecho pedagógico en el aula nada tuviera que ver con lo que pasa en la realidad y, la Educación Popular, fuera solo una forma de encarar la acción educativa entre los más pobres y alejados de los consumos culturales.
Nuestra apuesta constructiva es otra. Promovemos pensar la Política Educativa desde la mirada de la Educación Popular, replanteando entonces la escala de valores, los diseños curriculares y la práctica educativa centrados en el pueblo como sujeto de la historia.
Creemos posible –de hecho existen experiencias a lo largo y ancho del continente– reconstruir una teoría del aprendizaje basada en la Educación Popular y, en este mismo sentido, diseñar y ejecutar políticas públicas educativas sostenidas en la Pedagogía Crítica.
Ahora bien, centramos nuestra mirada en el sujeto trabajador docente; ni describimos la Política Educativa ni enunciamos sus prioridades y logros. Construimos política desde la práctica porque la educación es un acto político por naturaleza.
Justamente, concebimos al sindicalismo docente como la gran avenida de construcción de esas prácticas re-significadas devenidas en Políticas Educativas.
Nos proponemos transitar el camino de la lectura crítica del mundo, re-leer y re-pensar a Paulo Freire rescatando sus vigencias y herencias, discutir los desafíos institucionales de la escuela e imaginar un Freire 2.0.
Es tiempo de América Latina y el Caribe. Es tiempo de la Educación Popular.
Por Daniel Di Bártolo
Secretario de Educación de SADOP
Consejo Directivo Nacional