“Capacitación docente continua, gratuita y en servicio” constituye una de las consignas de discusión gremial que hemos sostenido a lo largo del tiempo los trabajadores de la educación argentinos y, en particular, los docentes privados nucleados en SADOP.
Por Daniel E. Di Bártolo
Secretario de Educación
Consejo Directivo Nacional – SADOP
Desde que iniciamos nuestro itinerario en SADOP y comenzamos a promover en su seno un proyecto de desarrollo organizativo, sostuvimos que los docentes debíamos tener acceso en forma gratuita a lo que llamamos la formación docente continua, y que ésta debía desplegarse en horas de trabajo, o sea, en servicio.
Es un derecho de los docentes que surge de nuestra condición de trabajadores e impacta en forma directa en la calidad integral de la educación.
Ha sido una larga lucha. En la década del 80, luego de la noche negra de la dictadura militar, se multiplicaron los centros de formación docente en el marco del debate sobre qué educación queríamos para el país plasmada en el Congreso Pedagógico Nacional. En sus conclusiones, figura en forma clara la importancia de que los docentes puedan acceder a su formación continua.
En los 90, la política educativa tuvo como eje la Ley Federal de Educación, que incluía este derecho docente en su propio texto. Sin embargo, su implementación dejó huellas negativas aún visibles en el colectivo de los educadores.
Fue la época de la “red federal” y de la “acreditación” a través de los “circuitos”. Los institutos superiores de formación docente y las universidades nacionales fueron los agentes capacitadores de cursos a los que había que asistir y aprobar.
Los contenidos y la metodología no surgían de las necesidades y expectativas de los docentes sino de un diagnóstico previo que se realizó a nivel del conjunto del sistema educativo. Los cursos eran dictados fuera del horario escolar y los días sábados, y eran condicionales para la continuidad laboral del docente y la “acreditación” de la institución educativa.
Finalmente, todo quedó en la nada. Y, justamente, esta es la principal razón por la cual la docencia mira con desconfianza las iniciativas encaminadas a recuperar la política de formación docente continua.
En efecto, la desconfianza está por demás fundamentada. Quienes padecimos aquellos tiempos tenemos viva la memoria de nuestros compañeros sufriendo malestares vinculados con la obligación de asistir a cursos y seminarios que nada tenían que ver con la propia práctica, que estaban centrados en el individuo docente y no en el equipo de trabajo, y que no fueron tenidos en cuenta para el historial profesional del docente.
Mientras tanto, los docentes, ávidos de perfeccionamiento y de actualización, concurrirían a cursos y carreras pagos para lograr sus objetivos. Incluso, la irrupción de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), facilitaron el acceso a la capacitación a distancia.
Las organizaciones sindicales docentes continuamos con nuestro reclamo. El derecho a la formación docente continua, gratuita y en servicio fue incluido en el texto de la Ley de Educación Nacional (Art. 10° Ley 26.206) en el contexto de la política del proyecto nacional y popular vigente en nuestro país en los últimos 10 años. Se trata de un derecho que hace a las condiciones básicas de trabajo de nuestros compañeros.
En el último número de La Tiza (www.archivo.sadop.net; solapa de “publicaciones”) hemos expuesto en forma detallada nuestro concepto sindical en cuanto a la importancia y perspectivas sobre la formación profesional docente.
El 21 de agosto pasado, en ocasión de celebrarse su 52° Asamblea, el Consejo Federal de Educación sancionó la Resolución CFE N° 201/13 a través de la cual se creó el Programa Nacional de Formación Permanente, fijando el marco conceptual, los objetivos, la caracterización y el esquema general de contenidos por nivel.
Desde SADOP, como lo hemos señalado en forma pública, tenemos una evaluación positiva de este paso y consideramos que constituye el comienzo de un salto cualitativo en la política educativa en tanto ubica al trabajador de la educación y su derecho a la capacitación permanente como una estrategia prioritaria.
Ahora bien, las organizaciones sindicales docentes estamos convencidas de que el programa debe ser el marco necesario y dinámico para la firma de un Acuerdo Paritario Sobre Formación Docente Permanente.
En este sentido, apoyamos y “militamos” el programa de formación permanente, por las siguientes razones:
- porque se reconoce a los docentes “como constructores de saber pedagógico” para producir procesos de mejoramiento de la enseñanza y de los aprendizajes;
- porque se reconoce a la formación permanente en ejercicio como constitutiva del trabajo de los docentes y como parte de su jornada laboral, con tiempos específicos en el período anual de trabajo y con espacios colectivos de realización;
- porque implica un enfoque formativo centrado en la escuela, atendiendo a la diversidad de escenarios institucionales, cuyo contenido y forma de realización será decidido con participación de los sindicatos docentes;
- porque contiene un componente de autoevaluación institucional, formativa, integral y participativa.
Este cambio de lógica que visualizamos entre los circuitos de la red –ajenos al docente y a la escuela y promotores de acreditaciones vinculantes– y la propuesta del programa construida junto a los trabajadores organizados, donde el sujeto es el equipo docente, y que los contenidos sean producto de acuerdos y los dispositivos partan del trabajo docente como construcción de saber pedagógico, son indicadores objetivos que demuestran voluntad y sentido.
Asimismo, entendemos que el Programa de Formación Docente Continua debe ser objeto de un sistema de reconocimiento (puntaje) que sea resuelto en el plano general por el Consejo Federal de Educación y receptado por todas y cada una de las jurisdicciones y la ciudad autónoma, a los efectos de que los equipos docentes y cada compañero en particular, vinculen su participación efectiva en la formación continua con su propio desarrollo profesional docente.
En esta etapa histórica en la que trabajadores de la educación, inmersos en el conjunto de los trabajadores, estamos convencidos de la importancia de consolidar el rumbo de dignificación, justicia social e integración regional en la Patria Grande, creemos que las políticas públicas educativas que recuperan y resignifican la propia práctica docente en el grupo de pertenencia y desarrollo son una inmejorable oportunidad para saldar una deuda histórica: el derecho de los trabajadores de la educación a nuestra formación docente permanente.
La Formación Político Sindical en marcha
El Plan Federal de Formación Político Sindical Continua 2012-2015 se encuentra en pleno desarrollo a través de su plataforma virtual (aulavirtual.archivo.sadop.net) y de los encuentros presenciales en los territorios.
En efecto, al cierre de este número de La Tiza, el despliegue del Plan está plasmado en los siguientes datos:
- Todas las seccionales de SADOP integradas en el Plan.
- 1359 compañeros delegados de establecimientos y tutores inscriptos con altas cada tres meses por nuevas elecciones de delegados en las seccionales.
- 51 comisiones (aulas) en funcionamiento organizadas por seccionales.
- 1 aula de Biblioteca con acceso general.
- 64 tutores a cargo de las comisiones.
- 4 temas de 3 módulos subidos a la plataforma.
- Interacción en los Foros de Debate y discusión.
- 3 encuentros presenciales:
- Aproximadamente 850 delegados participantes de los encuentros presenciales.
- Secretarios Generales, integrantes de los Consejos Directivos de las seccionales participantes y expositores en los encuentros presenciales.
La plataforma virtual es una herramienta que hemos incorporado a nuestro proyecto para facilitar y promover el acceso de los compañeros delegados desde cualquier punto de nuestro país solo con una computadora y señal de Internet.
Es un instrumento democratizador y socializador de información, perspectivas y contenidos, que por su propia dinámica de funcionamiento promueve discusiones horizontales mediante los foros, facilitando el intercambio y el debate.
SADOP, con el apoyo del Ministerio de Trabajo de la Nación y la Universidad Nacional Arturo Jauretche, es la primera organización sindical del país que desarrolla esta experiencia de formación semi-presencial con un campus de formación.
Por ello, en el estado de avance, es necesario realizar procesos de evaluación permanentes que nos ayuden a ajustar el desarrollo del Plan, teniendo en cuenta, a modo de telón de fondo, que nuestra visión de la formación sindical la comprendemos como el análisis de la realidad juzgada desde criterios forjados en nuestra práctica colectiva y en nuestras convicciones ideológicas para transformar esa realidad a través de la acción sindical que a su vez se convierte en una nueva realidad a juzgar críticamente y cambiar.
SADOP en su conjunto y cada una de las seccionales, tenemos una dilatada y rica experiencia en relación a la formación que siempre ha sido motivo de nuestra preocupación y prioridades. Esta nueva etapa recoge esa historia y la potencia mediante el uso de las nuevas tecnologías.
Es un desafío de todos que impacta en nuestra vida institucional y, también, por sus características, en las comunidades educativas donde trabajamos como docentes.
Como trabajadores de la educación sabemos que ninguna herramienta, por poderosa que sea, reemplaza ni reemplazará a la ciencia y el arte que desplegamos en el aula y, en simultáneo, comprendemos que es fundamental empoderarnos de las nuevas tecnologías y utilizarlas en los procesos pedagógicos de la formación.
Recordamos los datos para comunicarse: formacionsindical@sadop.edu.ar: por cuestiones generales, temáticas y metodológicas de cada uno de los ejes y por movimientos en las comisiones; sadopvirtual@gmail.com: por cuestiones operativas de funcionamiento.