En un Decreto firmado por la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se incorporó a las “várices primitivas bilaterales” al Listado de Enfermedades Profesionales. Desde SADOP venimos difundiendo cómo las várices y otras enfermedades propias de la labor educativa impactan en el trabajo diario y la salud de los docentes privados.
A través del Decreto 49/2014 publicado en el Boletín Oficial, el gobierno nacional incorporó las “várices primitivas bilaterales” en el Listado de Enfermedades Profesionales, previsto en la Ley Nº 24.557 de Riesgos del Trabajo. De esta manera, el costo de las prestaciones otorgadas queda a cargo de las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo.
Según un relevamiento llevado a cabo por SADOP en 2012, el 29 % de los docentes privados encuestados sufrió de várices en las piernas. Este dato surge de la Primera Encuesta sobre las Condiciones y Medioambiente de Trabajo (CyMAT) de los Docentes Privados, y se suma a otros padecimientos comunes entre los docentes, como el estrés (65 %) y disfonías o afonías (35 %), que ya integran el citado Listado.
El Decreto publicado el 14 de enero de 2014, señala que el aumento de la presión venosa en miembros inferiores se da en “tareas cuyo desarrollo habitual se requiere la permanencia prolongada en posición de pie, estática y/o con movilidad reducida”. En este sentido, el 70 % de los 4500 docentes encuestados por SADOP reconoció estar de pie durante toda la clase.
Además de las várices, dicho Decreto establece las hernias inguinales y crurales, y las hernias discal lumbo-sacra como Enfermedades Laborales y propias de profesiones con carga física y/o de movimientos repetidos.
A su vez, a continuación del Decreto 49/2014 del Boletín Oficial, se puede consultar el listado completo de enfermedades profesionales, muchas de las cuales afectan directa o indirectamente a los trabajadores de la educación.