Plan con acciones para sostener el empleo y la inclusión social

La inversión social, llamada gasto por el neoliberalismo, representa el 58,7% de los recursos totales a utilizar en 2015. Desde la maternidad y la infancia al desarrollo de satélites, el Estado refirma su presencia.

02 de Octubre 2014

El gobierno nacional presentó en tiempo y forma el Presupuesto 2015. El plan de acción del gobierno nacional tiene como marco de referencia una coyuntura mundial adversa, ya que las economías centrales aún no se recuperan de la crisis de 2008, al tiempo que los países de la región comenzaron a sufrir sus impactos manifestando menores niveles de crecimiento y problemas en sus balances comerciales. A esas dificultades se agrega el avance del capital especulativo, cristalizado en el accionar de los fondos buitre y de sus lobistas locales, que alimentan expectativas negativas sobre el devenir económico, incentivando corridas contra la moneda doméstica. La siempre fluctuante e imprevisible cotización del dólar ilegal expresa los deseos y las presiones de estos grupos.

El presupuesto presentado tiene en cuenta ese entorno y propone sostener los logros alcanzados en materia de empleo y ampliación de derechos sociales. Frente a un mundo en crisis y países que aplican políticas de austeridad, recortes y recetas dictadas por organismos internacionales neoliberales, la Argentina planea aumentar la inversión social en un 25,3 por ciento. Esto se condice con el modelo económico con inclusión social que el país lleva adelante desde hace más de diez años para hacer frente al complejo contexto internacional. En términos de participación, la inversión social (llamada gasto por el neoliberalismo) representa el 58,7% del gasto total, expresando de manera inequívoca las prioridades del gobierno.

Las políticas contracíclicas y el sostenimiento y fomento de la demanda agregada son los pilares fundamentales del modelo económico que reestructuró la sociedad nacional a partir de 2003. A ello se debe la enorme relevancia que tienen las políticas de inclusión en materia de seguridad social, como el Programa de Inclusión Previsional del 2006, con la reciente moratoria previsional que extiende el acceso a la jubilación y con la se espera alcanzar al 100% de los adultos mayores, con un impacto fiscal estimado en más de 12.700 millones de pesos. Las grandes partidas presupuestarias destinadas a la inclusión comprenden la Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo y el aumento de servicios sociales entre los que se cuenta el Progresar, plan que protege a estudiantes de 18 a 24 años desocupados, o que trabajan informalmente y perciben un salario menor al mínimo, vital y móvil, con familias que se encuentran en la misma situación laboral.

En el 2015 se continuarán con las viviendas del Pro.Cre.Ar y los programas Conectar Igualdad destinado a la educación y Raíces, dirigido a estimular ciencia y técnica y fortalecer las capacidades científicas y tecnológicas del país por medio del desarrollo de políticas de vinculación con investigadores argentinos residentes en el exterior, así como de acciones destinadas a promover la permanencia de investigadores en el país y el retorno de aquellos interesados en desarrollar sus actividades en la Argentina. La potencia de esa política se mide con la creación del satélite ARSAT-1.

En el campo laboral, el plan de acción del gobierno nacional mantiene la continuidad de las discusiones paritarias, el estímulo del empleo a través del FONDEAR y la prolongación del programa Precios Cuidados con la novedad de la creación de la Red COM.PR.AR que incorpora a Comercios de Proximidad, Ferias, Productores y Centros Logísticos en ese programa. El Presupuesto 2015 profundiza las políticas de inclusión en curso y promueve el nivel de actividad mediante la generación de mayor consumo, de ese modo organiza condiciones favorables para la inversión privada.

A partir de políticas públicas contracíclicas que defienden los puestos de trabajo y alimentan la demanda y el mercado interno, el gobierno estima que la economía crecerá a una tasa del 2,8 por ciento. En cuanto al tipo de cambio, se espera seguir con una política administrada, sin ceder a las presiones devaluatorias de los grupos dolarizados y persiguiendo una trayectoria armónica en relación a la variación de precios, de manera de conservar la competitividad de las economías regionales.

La oposición confunde plan de trabajo con un ejercicio de predicción o futurología y desde esa distorsión, critica al presupuesto considerándolo un dibujo ya que en años anteriores algunos partidas, en términos nominales, tuvieron una evolución distinta a la expresada en la planificación presupuestaria. En algunos casos como en el fin de 2013 y principios del año corriente, se desencadenaron eventos políticos, es decir extra presupuestarios, como la corrida cambiaria de principio de año y que impactó sobre el nivel de precios.

La crítica opositora al “excesivo aumento del gasto estatal” oculta que más del 70% del incremento de gasto responde al aumento de las partidas vinculadas con la inversión social. El discurso de la austeridad y el equilibrio en las cuentas públicas esconde su verdadera intención, que no es otra que el ajuste y la reducción de los recursos destinados a la inclusión social y la atención de grupos vulnerables.

Por Bárbara Mora y Jerónimo Rodríguez Use
Integrantes del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (GEENAP)

Fuente: Tiempo Argentino, Suplemento TyE

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