“Podríamos autorizar a las empresas y a los sectores, en el marco de acuerdos mayoritarios, a derogar las reglas de tiempo de trabajo y remuneración”, declaró el ministro de Economía del gobierno de Hollande
El recorte del gasto público por 21 mil millones de euros y la privatización de empresas públicas para frenar la deuda del país anuncia, sin remedio, que el gobierno nominalmente socialista de Francois Hollande ha resuelto reforzar sus posturas neoliberales.
Con la economía estancada y un déficit mayor de lo previsto (que supera los 2000 millones de euros y representa el 95% del PBI) el gobierno francés dio a conocer la semana pasada las principales líneas del proyecto de Presupuesto 2015.
De los 21 mil millones de euros de ajuste, 7700 millones tocarán directamente a los ministerios, el resto se completa con los recortes en la Seguridad Social y las administraciones municipales.
“Nuestra política reposa sobre un saneamiento de las finanzas públicas con un programa de ajuste y una estrategia de crecimiento”, declaró Michel Sapin a cargo del Ministerio de Finanzas
Este no es el primer ajuste de Hollande. Ya lo había hecho al asumir en 2012 y lo repitió en los años siguientes. Ahora lo corona para el período 2015-2017 con recortes que totalizarán, junto con nuevos impuestos, más de 80 mil millones de euros.
El déficit francés ya superó los 2000 millones de euros, que resulta así duplicado después de once años y representa el 95,1% del PBI, según reconoce el gobierno.
“Al menos 4000 millones de euros ingresarán al Estado por ‘cesiones de activos’ (privatizaciones) puestas al servicio del desendeudamiento de Francia”, anunció Sapin.
Pese a que el ministro evitó brindar detalles al respecto, el diario económico Les Echos apunta a la eventual entrada de capital extranjero en las empresas públicas francesas de energía, para escándalo de los defensores de la propiedad estatal, que en Francia son mayoría.
El Presupuesto del año próximo, que prevé una menor presión fiscal, suprime 1200 puestos de trabajo en la función pública, impone una tasa “ecológica” al diésel y posterga, una vez más, hasta 2017 la reducción del déficit público exigida por la Comisión Europea.
“Francia es realista y cumple con sus responsabilidades. Ahora Europa debe cumplir las suyas ante un crecimiento vacilante de nuestras economías”, consideró el ministro de Finanzas, quien además llamó al buen juicio de las autoridades económicas europeas.
Apenas presentado el proyecto de Presupuesto 2015, el Consejo de las Finanzas Públicas lo consideró “demasiado frágil” al tiempo que calificó de “optimista” la estimación del 1% del crecimiento de la economía el año próximo. En opinión del organismo, en 2014 el crecimiento no superaría el 0,4%, previsión que comparte el grueso de la prensa francesa.
Después de conocer las declaraciones del nuevo ministro de Economía, Emmanuel Macron, no quedan dudas de que el ajuste es el objetivo central del nuevo Gabinete de Hollande. “Podríamos autorizar a las empresas y a los sectores, en el marco de acuerdos mayoritarios, a derogar las reglas de tiempo de trabajo y remuneración”, dijo el funcionario.
Por Norberto Colominas
Fuente: Tiempo Argentino, Suplemento Trabajo y Economía