Mario Almirón, Secretario General de SADOP, analiza la histórica movilización y su impacto en el Movimiento Obrero Argentino.
Por Mario Almirón
Secretario General
SADOP-CDN
El 17 de octubre de 1945 es una "fecha bisagra" en la historia del Movimiento Obrero Argentino. Tiene para todos los trabajadores un profundo significado: el nacimiento de un movimiento que no solo los dignifica en el plano de sus derechos, sus condiciones de vida y de trabajo, sino, que fundamentalmente los reconoce como sujetos políticos, hecho éste inédito hasta la irrupción de Juan Domingo Perón en la escena pública de nuestra Patria.
Históricamente relegados, los trabajadores encuentran en el movimiento gestado en Octubre del 45 la oportunidad de superar la ajenidad, mediante una poderosa voluntad colectiva y solidaria de participación.
Desde la histórica movilización del 17 de octubre de 1945 para exigir la liberación del coronel Perón, es decir, desde su propio nacimiento, el peronismo supone participación y militancia. No "convoca"; no "llama" a los trabajadores a participar. No es "Otro" el que se "reúne" con los obreros. El peronismo "es" la participación de los trabajadores. Y los trabajadores Organizados "son" el peronismo.
Esa es la diferencia fundamental con todo lo anterior, y es la que lo ha hecho perdurar hasta nuestros días.
En el fondo, y desde la mirada de los trabajadores, supone un Modelo Sindical que no se agota en su rol reivindicativo. Muy por el contrario, el peronismo "crea" un nuevo sindicato, que además de aglutinar voluntades para mejorar las condiciones de vida y trabajo de sus representados, los hace "crecer en conciencia" para que ejerzan plenamente su rol de ciudadanos; pueblo y comunidad organizada.
Las organizaciones sindicales le debemos a Perón un gran reconocimiento por su obra en defensa de los derechos de los trabajadores. La Constitución de 1949 y su Capítulo de los derechos del trabajador, sigue siendo un norte, un objetivo a concretar, una guía para la labor cotidiana.¿Cómo no sostener la necesaria reforma de la actual Constitución liberal, hija de los procesos políticos de 1853 y 1994?
Pero, fundamentalmente, los trabajadores le debemos a Perón y a Evita, el ser sujetos políticos, capaces de intervenir con toda legitimidad en las decisiones sobre el rumbo de nuestra Patria, integrados a Latinoamérica y militando por la soberanía política, la independencia económica y la justicia social. Han transcurrido 70 años desde aquel hecho fundacional, los desafíos siguen siendo en el fondo los mismos, la lucha debe ser constante y el agradecimiento, también.