Al mismo tiempo el empuje de los sectores populares era cada vez mayor y más exigente en relación a intervenir en los asuntos públicos.
Continuación de la nota “Las democracias liberales burguesas en crisis”
Por Prof. Mario Morant
Secretario de Asuntos Internacionales e Integración
Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Educación y la cultura, FLATEC
Poco antes de la 2da Guerra se manifestó con singular intensidad en Europa esta tendencia, especialmente en Francia y España con el desarrollo de Frentes Populares.
Asimismo el sindicalismo europeo tenía dimensiones muy considerables con el plus que significaban las centrales unidas, por lo general y en especial en los países más industrializados.
Luego de la 2da Guerra
Así las cosas y habiendo triunfado las fuerzas aliadas y – sobre todo – habiendo emergido como gran ganador los EEUU, se comienza a construir un Nuevo Orden Mundial.
Los Aliados lo fueron por poco tiempo ya que a partir de 1947 el enfrentamiento ideológico entre el mundo capitalista y el socialismo de la URSS va a generar la llamada “Guerra Fría”.
De ahí en más los EEUU planifican fortalecer a sus aliados europeos ayudándoles a reindustrializarse para lo cual van a contar con la muy valiosa ayuda de las Democracias Cristianas.
En principio el aporte económico para este fin se genero en los EEUU a través del Plan Marshall.
No había problemas en restaurar un Estado fuertemente indicativo que canalizara esos fondos al propósito de reconstruir el poderío industrial de la preguerra, tampoco existía problema alguno en confiar este esfuerzo a las burguesías de cada país.-El Problema se generaba con los trabajadores habida cuenta lo que mencionábamos antes, las centrales únicas y de izquierda y el antecedente de los frentes populares.
Sin embargo comenzó a plasmarse la idea de la llamada “libertad sindical” que en la realidad expresaba la idea de que los trabajadores debían elegir el camino diversificado de las democracias cristianas, socialistas, comunistas, etc. lo cual serviría al propósito que haría más viable incorporar a los trabajadores al proceso de reindustrialización sin el peligro de un avance desmesurado de los sectores populares.
En definitiva debilitar a los trabajadores organizados para poder constituir la institucionalidad de los que iban a llamarse Estados de Bienestar.
Ellos iban a constituir una virtuosa asociación entre el Estado, la burguesía industrialista de cada Nación y los trabajadores.
Era lo que podríamos llamar el “modelo Keynesiano”.
La caída del muro de Berlín y lo que podríamos llamar la Revolución Científica y Tecnológica crean nuevas situaciones en el orden mundial hasta allí existente.
La convivencia de estos tres asociados comienza a resquebrajarse.
NOTA COMPLETA
Las democracias liberales burguesas en crisis
La Crisis de los Estados de Bienestar
El Estado de Bienestar y América Latina
