Futbol y política entre los años 1976 y 1978
Por Guillermo García Caliendo*
Estos tres primeros capítulos de esta serie de capítulos sobre las conductas dirigenciales que unieron al futbol y la política se remontan al triste y celebre proceso militar instalado en la argentina a comienzos del año ‘76, cuya idea macabra era a partir de una necesidad de seguridad nacional implementar una política de muerte y de despojo a millones de argentinos, no solo fue un exterminio de vida para miles, sino un exterminio económico para millones. Fue una dictadura política-social y económica.
El futbol no estuvo ajeno, el proceso militar lo uso para el mundial ‘78, mundial juvenil del ‘79, y pretendió hacerlo para el mundial del ’82, luego del fracaso militar de Malvinas y sobre esa base, donde se mete en la conversación del poder la AFA, comienza este informe de hoy: “Mundial del ’78, lo legitimo y lo ilegitimo”.
La dictadura militar argentina organizaría el undécimo campeonato de futbol - una decisión que nació el mismo día que irrumpió en la vida de los argentinos la dictadura más sangrienta de la historia, el 24 de marzo del ‘76. Ese día tristemente Videla-Massera y Agosti pararon el país con sus tanques y botas y llenaron a la TV de un largo y penoso comunicado oficial , donde prohibían todas las libertades conseguidas en mas de 150 años, pero ese mismo día jugaban muy lejos de argentina, nuestro seleccionado contra Polonia en la ciudad de Chorzow, al enterarse los jugadores, Kempes lloraba , no quería jugar, Héctor Scotta se quería volver, pero luego de varias horas, los jugadores decidieron jugar ese partido que ganaron 2 a 0, y la junta solo interrumpió el largo proceso de comunicados para autorizar a transmitir ese partido que gano la calle rápidamente .
Desde allí la junta vio el poder del futbol y su influencia en la gente, desde su miope visión creyeron que su uso y abuso seria beneficioso para cubrir su plan siniestro, de perpetuidad en el poder a través del saqueo y muerte. Ahora la pelea se traslado a ver quien manejaría la AFA, órgano central del futbol, ya que el organizador del mundial era el EAM ‘78, organismo creado para ese evento, pero temporal.
Gano Massera y puso allí a un hombre suyo el Almirante Lacoste. Quien entonces llamo a Alberto J. Armando, presidente de boca juniors y le dijo que todos los presidentes de clubes debían renunciar a la AFA, al enterarse el presidente de la AFA un médico de la UOM, David Bracuto se opuso, pero le vaciaron todas las cuentas y debió renunciar, la AFA ya era de Massera y al poco tiempo Lacoste designo a un amigo del proceso el abogado Cantilo.
Con la AFA en su poder Massera le dijo a Videla que el mundial saldría 70 millones, Videla le dijo “aunque cueste 100 lo hacemos”, salió más de 900 millones y tal vez más. Mientras miles de argentinos no tenían ni casa ni trabajo, ni salud. Martínez de Hoz era el ministro de economía. Bonavena moría en Reno Nevada, y la TV solo sumaba al futbol 3.900.000, el prode, invento de Manrique, siete veces más.
La junta organiza el Mundial, arregla con Havelange, presiente de la FIFA, más allá que muchos países de Europa no querían saber nada por considerar a la Argentina un gran campo de concentración, casos como Holanda y Alemania hicieron que sus máximas figuras no vinieran. Cruiff fue su bandera de denuncia. Un Maradona de aquel tiempo inventor de la naranja mecánica, que salio subcampeón del mundial del ’74 y brilló en Barcelona.
Pero convencieron a Havelange por liberación de presos políticos de Brasil y este apoyo en forma irrestricta su realización. Diciendo ahora más que nunca Argentina puede organizar un mundial.
Se montó el operativo mundial, se prohibió que los jugadores seleccionados fueran vendidos al exterior, se eligió a Menotti, cuyas ideas políticas eran muy distantes del proceso, pero su fama de éxito y de trabajo lo pone en ese lugar, nadie debía criticar a la selección en los medios, ni al entrenador.
El día del debut de Argentina en el mundial, el arquero sueco Hellstron acompañaba a las Madres, en aquel momento un puñado de mujeres con un pañuelo blanco, en plaza de mayo denunciando las desapariciones, que ya eran según datos oficiales, sólo 78, pero eran más de 22.000 ya en 1978.
Entre los desaparecidos estaban Morresi Norberto, hermano de Claudio Tamburrini, arquero de almagro, fue torturado y liberado 120 meses después, el centro de su alojamiento era conducido por Comodoro Santuccione, un alto dirigente de la AFA de aquel año. Titular de la comisión de disciplina.
Suárez Maison seguía con aviones del estado a su equipo argentino y era fanático de Maradona. Morían las monjas francesas. Secuestraban a Alfredo Bravo, político socialista, cuyo hijo está hoy en River como dirigente de Pasarella.
Muñoz era el portavoz del mundial y callaba todo. Neustadt alababa a Videla desde la revista Gente. Para Ti daba postales gratis para decir que éramos derechos y humanos - Massera y Galtieri se paseaban por las concentraciones de los jugadores - Videla en los vestuarios - la trampa está ya en su máximo esplendor.
Ardiles dijo: “duele saber que fuimos un elemento de distracción, muchos sufrían y no sabíamos”. Cuando Argentina salió campeón, a pocas cuadras de allí, en el centro más aterrador de la historia argentina, la mecánica de la armada, miles de argentinos ni sabían, salvo cuando el torturador el tigre Acosta grita a viva voz, somos campeones y allí muchos se enteraron de esa noticia.
Los festejos en Rosario, en Buenos Aires, hicieron creer a los militares que esa fiesta era eterna, como su poder, el campeón fue legitimo, el equipo sumó jerarquía, técnica y habilidad, Luque, Fillol, Pasarella, Kempes, Bertoni, Gallego, Villa, Ardiles, Tarantini, Olguin, Galván, Alonso, Housemann; jugadores símbolo de un equipo que ganó por su capacidad.
Decían que solo Menotti sabia de todo lo otro, pero lo calló, el que se lo reprocha es Adolfo Pérez Esquivel, que espero que Menotti una vez campeón diga algo, pero afirmo, su silencio fue político.
Los jugadores holandeses no saludaron a la junta en River. Allí empezaba un largo y penoso suplicio para todos los argentinos, cuando la mentira es verdad, como dice el canto, lo ilegitimo se adueñaba de lo legitimo. Se aprovechaba sus fibras más intimas, la pasión del futbol.
Quisieron repetir esa puesta en escena con una guerra con Chile, desbaratada por el Vaticano a pedido del Cardenal argentino Raúl Primatesta, que hizo venir al papa Juan Pablo ll por primera vez a la Argentina y eso destrabo el conflicto limítrofe y evito la guerra fraticida con Chile. El mundial juvenil del ‘79 estaba lejos, pero se le dio mucha televisión y prensa, Maradona empezaba a hacer el centro de la fama deportiva.
El otro intento fue reclamar algo justo, la causa de Malvinas, con una guerra absurda, despareja en fuerzas y logística y llevando a la muerte de miles de jóvenes sin entrenamiento adecuado. Detrás de eso el mundial del ‘82 -el sueño de estos militares asesinos llegaba a su fin. Pero esa será otra historia.
Solo empezaba con este hecho un largo proceso de confabulaciones entre el futbol y la política, en este caso ocultando la muerte de miles de argentinos , pero no todo termina aquí, en los próximos capítulos veremos que empeora la salud de la nación, llevaba de la mano de estos tristes celebres protagonistas de la década más infame de nuestra patria . Hasta la próxima...
*Periodista. Profesor de filosofía.
* *Textos extraídos de notas a jugadores, síntesis de periodistas y artículos varios de aquellas épocas.