SADOP renueva el pedido incansable de justicia para el docente Carlos Fuentealba, militante sindical de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN), parte de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
El lunes 4 de abril se cumple el noveno aniversario del asesinato del maestro compañero Carlos Fuentealba, hecho ocurrido en 2007 en medio de un reclamo docente por mejoras salariales en la provincia de Neuquén, donde fue asesinado tras recibir el disparo de una bomba de gas lacrimógeno efectuado por la policía provincial. Desde esa fecha, el pedido de justicia se extendió por todo el país convirtiéndose en uno de los casos emblemáticos de la lucha contra la impunidad.
En agosto de 2011 la Corte Suprema de Justicia dejó firme la sentencia contra el policía José Poblete, autor del disparo, en prisión perpetua por ser el autor material y penalmente responsable del delito de homicidio calificado, ya que como integrante de las Fuerzas Policiales abusó de su función con el agravante de cometerlo con violencia mediante el empleo de un arma. Sin embargo, la impunidad continúa porque no se condenó a los autores intelectuales del delito.
Familiares y organizaciones magisteriales como la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) y la Internacional de la Educación, mantienen el pedido de justicia, que aún no ha sido plena. En 2011, sindicatos de la educación afiliados a la Internacional de la Educación para América Latina y otros asistentes a la VIII Conferencia Regional de esa entidad exigen que el “Tribunal Superior de Justicia de Neuquén habilite la participación de otros actores en la querella”.
En este nuevo aniversario, la Secretaría de Derechos Humanos de SADOP a nivel nacional y las diversas seccionales y delegaciones de todo el país se solidarizan con la lucha iniciada por CTERA y sus organizaciones de base a fin de alcanzar y exigir que se haga justicia, tanto para los autores materiales como para los intelectuales de este verdadero crimen que alcanza al conjunto de los trabajadores, tanto de la educación como de todas y cada una de las ramas laborales del país.
La memoria de Carlos Fuentealba sigue viva, recordada en cada aula, en cada marcha, en cada encuentro. En miles de escuelas se recordará su lucha y se seguirá exigiendo justicia.