Casas chinas

Por Rodolfo Livingston

04 de Mayo 2017

Un proyecto,  un decreto, una ley o una propuesta están siempre fundados  en una concepción del mundo, aunque esta no se manifieste expresamente. Por ejemplo “necesitamos muchas casas en el país”

¿Y que es una casa? Es una pregunta al parecer demasiado obvia, sin embargo, intento dos respuestas:

1) Es una construcción compuesta por dos dormitorios, living baño, cocina y lavadero. Debe ser bien construida y de poco costo para poder hacer muchas y con rapidez

2) “Sí, es eso, pero además quisiera un terrenito o un patio, aunque sea chico, para poner una parrilla y una pelopincho en verano y un lugar para el auto  aunque no tenga techo y… ¡ah! que pueda agregarle un dormitorio o un pequeño estudio. O un kiosco, más adelante… y si fuera posible, una pequeña huerta.”

La segunda concepción de casa corresponde a la mayor parte de la gente y podría resumirse diciendo que la casa se compone de adentro y de afuera, es decir de texto y de contexto. Esa es su principal diferencia con un departamento.

Echemos una simple mirada a las casas chinas que entusiasman al gobierno. El resultado sugiere un edificio de departamentos derribado de una  trompada por un gigante, de tal manera que las unidades permanecieran intactas y desparramadas por el piso. Seguirían siendo departamentos, pero nunca casas. Solo departamentos desparramados en el piso. La vida real no andaría por allí.

Los barrios populares construidos por diferentes gobiernos (Fonavi por ejemplo) adolecen de dos defectos principales: 1) no  prever el crecimiento y 2) considerar que los pobres no tienen auto; es así como poco después de inaugurados encontramos crecimientos equivocados y jaulas con autos ubicadas en cualquier lado. Los pobres no solo tienen auto (no en la misma proporción  que otras clases más favorecidas) sino que muchas veces trabajan con él.

Y en cuanto al crecimiento de las construcciones, responden al crecimiento de las familias, ya que la mayoría son matrimonios jóvenes. Para crecer en metros cuadrados eligen los huecos, sin tener en cuanta el oscurecimiento de ambientes existentes, o quitan el techo y construyen otra planta. Todo podría hacerse mejor con un plan de crecimiento, es decir con un proyecto compartido con las familias. La casa no es un objeto, es un proceso.

Nota: publicada en Diario Página 12.

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