Pareciera que Ecuador se hace presente en la querida Argentina. La simple diferencia son los otros actores de las fuerzas de seguridad (allá eran Policías, acá Gendarmería y Prefectura). Los fogoneros son los mismos que buscaron los cuarteles, que se beneficiaron económicamente con los golpes a costas de la sociedad argentina, son aquellos que avalaron la política de entrega, desguace y liquidación del Estado Argentino del ex presidente Carlos Menem. Son los mismos que se rasgan las vestiduras en la supuesta defensa de la Democracia y de la libertad, siempre y cuando no afecte sus intereses. Ellos son la derecha neoliberal.
Por Jorge Aramayo
Secretario de Derechos Humanos
SADOP- CDN
Los trabajadores conocemos las dificultades que hay en el mundo del laboral porque tenemos en claro cómo se lo destruyó pero también sabemos que a partir del 2003 se empezó a recuperar. Se avanzó bastante, aunque queda mucho por hacer. Hay que tener presente que en los años de destrucción, que nos llevaron a tener más de 30 mil desaparecidos, hubo apropiación de bebés, bonos provinciales (Patacón, Lecop, el Quebracho, etc.), emigración forzosa por causas políticas, jóvenes que no encontraban futuro en el país, chicos que fueron llevados a la guerra por inconscientes generales de la dictadura, científicos a los que se los envió a lavar platos, crisis, estallido social con tomas de supermercados, un Presidente que se retiró en helicóptero de la Casa Rosada y cuatro Jefes de Estados en menos de una semana. El país casi tocó el fondo entre el 2000 y el 2001. Indudablemente son más los años de destrucción que los de construcción y en este análisis es claro dónde debemos estar los trabajadores.
Nadie discute sobre la legitimidad del reclamo, pero sí se cuestiona los métodos empleados. En las últimas horas el arco político en general y los distintos organismos sociales han manifestado y planteado su oposición por el modo de llevar adelante sus reclamos. Mucho más aún cuando públicamente el Gobierno, a través de Juan Manuel Abal Medina, Jefe de Gabinete, ratificó el pago de los sueldos tal cual se efectuó en el mes anterior. O sea que el principal reclamo que dio origen al movimiento tiene repuesta y como quien no quiere la cosa surgen nuevos petitorios, más allá de lo justo o no. Esta posición lleva a la sociedad a ver algo más que el simple reclamo salarial, tal vez, manipulados por aquellos que no dudan en echar a mano a lo que sea para salvar sus intereses. Sin dudas que las sombras del pasado todavía están presentes. Ellos y nosotros agradecidos por y esta ¡¡¡DEMOCRACIA!!!