Ya pasó el tiempo para reflexionar, ya no se puede esperar, ya hay que respetar.
El Gobierno de la República Argentina, La Alianza Internacional de Discapacidad IDA y la Red Latinoamericana de Organizaciones no Gubernamentales de Personas con Discapacidad y sus Familias RIADIS, realizan la Cumbre Global de Discapacidad, Argentina 2019 que tendrá lugar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los día 6, 7 y 8 de junio.
CUMBRE: del latín culmen, parte superior o cima de una montaña
¿Será que existe una distancia tan grande entre la cima de la montaña y el lugar desde donde se mira a las personas con discapacidad?
Remarco de la invitación formal de la Agencia Nacional de Discapacidad para este evento dos párrafos:
-“Fortalecer el compromiso de Latinoamérica y del mundo para asegurar la plena inclusión de las personas con discapacidad y garantizar sus derechos, libertades y dignidad humana”.
-“La cumbre representa una oportunidad para reflexionar sobre la formulación y el fortalecimiento de políticas públicas y buenas prácticas”.
Expresiones que suenan muy bien en su intencionalidad humanista pero que en la interpelación de la realidad, hoy, parecen una utopía.
Las personas con discapacidad siguen en situación de indigencia, sin restituirse sus pensiones arrebatadas arbitrariamente, maltratados y vulnerados e invisibilizados, y destinando tanto dinero para este GRAN EVENTO. Todo se detuvo, nada cambió.
Ya pasó el tiempo para REFLEXIONAR, ya no se puede ESPERAR, ya hay que RESPETAR.
El Gobierno Nacional continúa reforzando este colectivo “los discapacitados”, como categoría “distinta” e “inferior” en capacidades y posibilidades a “los normales”; violando la letra y el espíritu del artículo 43 de la Constitución y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos.
¿Para qué le sirve a una persona en situación de discapacidad, ser categorizada como tal, si solo se presumirá que no puede realizar determinadas cosas?
¿Marca esa categorización los modos en que las personas en situación de discapacidad se relacionan con los demás, como conocen, sienten y piensan?
Afirma la vicepresidente “buscamos generar oportunidades de inclusión social y laboral de personas con discapacidad para que puedan tener su primera experiencia laboral”. Imposible concretarlo sin políticas públicas que acompañen.
Solo son buenas intenciones aplaudidas por unos pocos pero que no alcanzan y quedan sin poder plasmarse en la práctica, aun quedando personas con discapacidad que viven en situación de indigencia.
Si nuestra mirada es desde la óptica de los Derechos Humanos, lo central es que puedan desplegar sus potencialidades, superarse y perfeccionarse en todas las dimensiones, en igualdad de oportunidades. Lo cual requiere, desde luego, una mirada integral y no sesgada.
Gran error creer que “la historia empieza con uno” generando proyectos fracturados, aislados, que más que ayudar son: “una fuente de obstáculos e impedimentos porque muestran el derrumbe de las ilusiones integradoras” (Lucía Garay).
Hoy, a casi cuatro años de gobierno decir que aún buscan generar oportunidades en las personas con discapacidad es un acto de irresponsabilidad y vulneración de los derechos humanos.
En este contexto y línea de pensamiento político y ético de subestimación de las personas en situación de discapacidad, se plasman los objetivos de esta CUMBRE, donde lejos está la verdadera INCLUSIÓN Y CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD.
Claramente se visualiza una concepción de las personas en situación de discapacidad muy lejana a la construcción histórica realizada desde la sociedad, centrada en sus derechos como personas. Sigue ausente una política pública que reconozca “justicia en las oportunidades” y no una mera igualdad a todos los ciudadanos por igual.
Por Prof. Sandra Ferrero
Asesora en Educación Inclusiva
