El Gobierno Nacional, una vez más, avasalla los derechos de los trabajadores. Ahora, mediante un proyecto de Ley que busca incluir a los medios de transporte como un “servicio esencial”, de manera tal que cualquier reclamo que los gremios quieran hacer, no podrá realizarse a través de un paro. SADOP advierte con preocupación la posibilidad de que el Poder Ejecutivo Nacional tome esta iniciativa como el primer paso para prohibir el derecho a huelga.
Y decimos que no permitiremos incluir la misma idea para la docencia, vulnerando la posibilidad de continuar con un pedido tan legítimo como es la posibilidad de mejores condiciones de trabajo y salariales.
Actualmente, la Ley de Ordenamiento Laboral 25.877, en su artículo 24, prevé garantizar la prestación de servicios mínimos en caso de huelga. Hasta el momento, se trata de las actividades sanitarias y hospitalarias, la producción y distribución de agua potable, energía eléctrica y gas y el control del tráfico aéreo.
Sin embargo, a partir de los recientes paros de transporte que se llevan a cabo en la provincia de Córdoba, el Ejecutivo Nacional, a través de su bancada en el Congreso, busca agregar a esos ítems el de los medios de transporte.
Los docentes privados no permitiremos la inclusión de nuestra actividad ya que ante la falta de diálogo la única alternativa es el paro. El Gobierno debe garantizar derechos, no coartarlos, por estos motivos debe llamar al debate a través de la Paritaria Federal Docente.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación consideró en 2001 que la educación no es un servicio esencial a los efectos del ejercicio del derecho a huelga y confirmó la declaración de inconstitucionalidad del Decreto PEN 843/00 (B.O. del 4/10/2000) y de la Resolución Nº 480/2001 (B.O. del 3/12/2001), impulsada por la entonces Ministra de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos, Patricia Bullrich.
Entonces, que la educación sea declarada un servicio esencial por un Gobierno que la desconoce como un Derecho Humano es, cuanto menos, contradictorio.
Si los docentes no son reconocidos, no son escuchados por el Ministro de Educación y Deportes Esteban Bullrich y ni siquiera cobran un salario que esté por encima de la línea de la pobreza, difícilmente sea creíble que la decisión que tiene el Gobierno de incluir a la educación como un servicio esencial sea meramente para que los chicos puedan asistir a las aulas, y no para terminar con las huelgas.
Señores gobernantes, vaya acá un consejo: existen formas más fáciles para evitar los paros; en principio, cumplan con la Ley y llamen a paritarias, cumplan con las condiciones laborales y oigan a los trabajadores.
María Lazzaro
Secretaria General
SADOP-CDN