La prueba PISA ahora deja un manto de duda sobre la selección de escuelas para la encuesta educativa.
Una vez más, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) es noticia para la Argentina por las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos.- Pisa- por sus siglas en inglés). Ahora deja un manto de duda sobre la selección de escuelas para la encuesta educativa.
Más aún, mientras los medios de comunicación dan cuenta de supuestos errores de confección de la prueba, el Poder Ejecutivo Nacional ha decidido que un proyecto inconsulto y unilateral de creación de un Instituto de Evaluación de la Calidad Educativa, encabezado por el Diputado Rubín, sea tratado en sesiones extraordinarias
El proyecto no fue consultado con los sindicatos docentes a tal punto que en una reunión de la Comisión de Educación de Diputados se le dio dictamen por mayoría sin contar con la opinión de los sindicatos docentes que se presentaron en la sesión reclamando ser escuchados, rechazaron la creación del Instituto y criticaron que se propongan mecanismos cuando la Ley de Educación Nacional prevé un ámbito específico para la evaluación educativa.
SADOP ha sido crítico de PISA. Más aún en ocasión del Encuentro Más y Mejor Educación para Todos realizado en la UMET (Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo), sostuvimos la consigna “SALIR DE PISA”.
No solamente lo planteamos los docentes privados.
En mayo de 2015, un reconocido grupo de intelectuales de diversas universidades, gran parte de ellas norteamericanas e inglesas, enviaron una carta abierta a Andreas Schleicher, coordinador internacional del sistema de evaluación propuesto por la OCDE. Allí destacaban:
También en el campo latinoamericano, un nutrido grupo de especialistas en Brasil, nucleados en el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), expresaron su oposición al programa PISA, destacando siete aspectos que evidencian el carácter reduccionista, tecnocrático, economicista y privatizador de una prueba que contribuye con la precarización del trabajo docente y la despolitización de las prácticas educativas. Los firmantes oponen los objetivos de PISA al desarrollo de sistemas educativos autónomos, donde la educación cumpla un papel emancipador y democrático.
Como sostiene Pablo Gentili, “PISA simplifica lo que es complejo. PISA jerarquiza lo que no tiene un orden. PISA compara lo incomparable. PISA silencia lo que la realidad amplifica. PISA distrae lo que merece atención. PISA consagra lo que es banal y trivializa lo que debería ser fundamental”.
Salir de PISA no implicaría negar la validez de otras pruebas internacionales. De hecho salir de PISA tampoco significa rechazar la participación en evaluaciones internacionales. Por ejemplo, las pruebas del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) coordinado por la oficina regional de la UNESCO en América Latina, las que constituyen un aporte de mucho mayor relevancia para un conocimiento riguroso de la calidad educativa en la región. La especialista ecuatoriana Rosa María Torres destaca, con razón, las ventajas de las pruebas de la UNESCO, en contraposición al reduccionismo analítico de PISA.
Estas sólidas argumentaciones de ningún modo soslayan y disminuyen el valor objetivo de la evaluación en el proceso pedagógico y en las políticas públicas de educación. Más aún, como consecuencia del Acuerdo Paritario del 29/10/2013 y la instrumentación del Programa “Nuestra Escuela”, acuñamos un sentido, un itinerario y una metodología propia: auto-evaluación institucional, participativa y situada.
La difusión sesgada de los resultados y la duda sobre la selección de escuelas, vuelve a intentar instalar en la opinión pública que los malos resultados son consecuencia del deficiente desempeño docente.
Desde los 90, cuando las recetas neoliberales proponían calidad educativa, construimos, junto al P. Jorge Seiboldl, un concepto propio: la “calidad integral de la educación” que implica una mirada amplia y estructural de un proceso complejo y diverso donde infinidad de factores juegan un papel decisivo.
En ese marco, evaluar desde la integralidad, está en las antípodas de solo medir en un múltiple choice algunos ítems de saberes, de algunos alumnos, de una edad, de algunos colegios.
Daniel Di Bártolo
Secretario de Educación SADOP