2013-04-15
La decisión del ministerio nacional de Educación de clausurar, unilateralmente, las Negociaciones Paritarias Docentes constituye un absurdo tanto jurídico como ético que atenta contra los verdaderos objetivos que debe cumplir un gobierno elegido por el voto popular.
Por Claudio Gelati
Secretario General de SADOP Córdoba
Las Paritarias (así, a secas, como comúnmente se identifica a esta negociación) es el ámbito donde las partes involucradas (empleadores y representantes gremiales) confluyen para definir las mejores condiciones salariales y laborales para los trabajadores.
En el caso de Córdoba, desde SADOP (también otros gremios docentes como AMET y ADEME), sufrimos una profunda discriminación por parte del gobierno provincial, que desde hace años se sienta solo con un sindicato (UEPC) a resolver las cuestiones salariales, ignorando nuestra representatividad.
Ante ambas injusticias y otras tantas que a diario se cometen en la docencia, es necesario reiterar conceptos que, aunque conocidos, es bueno refrescar.
Los problemas que sufren los docentes privados cordobeses son similares a los que sufren sus pares a lo largo y ancho de nuestro país, porque lejos de ser privilegiados (como quizá una parte de la sociedad pueda pensar), los maestros y profesores de la docencia privada padecen situaciones de una injusticia rayana en la explotación: inestabilidad y precarización laboral, extorsión de los empleadores, presión constante, contratos basura, entre otras.
El sector de la docencia privada es el que más ha crecido en nuestra provincia y en el resto del país, con la creación de numerosos establecimientos, lo que demuestra por sí solo que se trata de un "negocio rentable" para sus dueños o propietarios, quienes lo
conducen como patrones de estancia desoyendo las obligaciones laborales que les corresponden. Nosotros tenemos una visión distinta: consideramos a la Educación como un bien social y popular.
El docente privado, al igual que el público, trabaja por vocación, ya que estar en el aula frente a los alumnos constituye la síntesis de la profesión que eligió y con la que se siente identificado en cada uno de sus actos.
De esta situación también se aprovechan muchos empleadores, los que prefieren convivir, comulgar y dialogar con los gremios estatales en vez de hacerlo con los privados que, al fin, son los verdaderos representantes de los docentes, ya que saben que los sindicatos públicos descargan todos sus reclamos hacia el Estado.
Una curiosa contradicción que se observa siempre es que mientras los empleadores piden diálogo, se lo niegan a los propios trabajadores.
Desde su creación, SADOP ha bregado por elevar, dignificar y enriquecer la función social de la Educación y, en esa dirección, a diario debe luchar contra inescrupulosos que ven a la noble misión de enseñar como un apetecible y generoso botín. Son los mismos que, con su obsceno proceder, solo logran avanzar hacia la retaguardia.
Con la convicción de que la única lucha que se pierde es la que se abandona, es que desde este mes retomaremos el plan de lucha y que tendrá su fin solo cuando firmemos nuestro Convenio Colectivo de Trabajo.