2013-08-28
Constituida por el conjunto de requerimientos a nivel físico, mental y psíquico que realiza un trabajador en el desempeño de su tarea(1), esta distinción se efectúa para captar las especificidades de cada uno de ellos, aunque en realidad los factores de la carga global repercuten en los trabajadores de manera sinérgica(2) .
Por el Departamento CyMAT de SADOP
Debemos señalar que, si bien la carga global de trabajo se analiza para el colectivo de trabajadores objeto de estudio, las exigencias vinculadas con las tareas no son siempre vividas por todos los individuos del mismo modo. Por este motivo, influirán en la salud y vida de los trabajadores de acuerdo a sus respectivas capacidades de adaptación y de resistencia a dichas exigencias.
Los datos de nuestra investigación revelan que la carga global de trabajo por las actividades desarrolladas dentro de la escuela es percibida por el 35,9% de los docentes de nivel primario como “alta”, y como “media alta” por el 46,9% de los mismos. El 26,3% de los profesores de secundario perciben como “alta” la carga de trabajo dentro del horario escolar, y el 47% como “media alta”.
Asimismo, si tomamos en cuenta la prolongación de la jornada en sus hogares, la carga de trabajo por las tareas realizadas fuera del colegio es percibida por los docentes de primaria como “alta” por el 20,3% y como “media alta” por el 48,8%. En el caso de los profesores de secundaria, el 17,8% la percibe como “alta” y el 47,2% como “media alta”.
A continuación, analizaremos cada uno de los factores que componen la carga global de trabajo.
Factores de carga física
Los factores de carga física en la docencia son: estar de pie toda la clase, forzar la voz, padecer frío y calor, transportar peso, mantener posturas inadecuadas y aguantar para ir al baño.
Estar de pie toda la clase es una situación que sufre el 70,7% de los docentes de nivel primario, y el 65,7% de los de secundario.
Forzar la voz y subir o bajar escaleras son otras de las dos exigencias más importantes que mencionan los docentes en el desarrollo de su tarea, estando presentes en un 65,1% y 49,3% en el nivel primario, y en un 55,5% y 48,8% en los profesores de secundario.
En cuanto a mantener posturas inadecuadas es un factor de carga física que surge con mayor fuerza en los docentes de nivel primario, pues el 43,9% de los mismos manifestó padecerlo, mientras que en el caso de los profesores el porcentaje desciende a 26,3%.
En el caso de los docentes de primaria, el 32,8% manifestó encontrarse “aguantando ir al baño” con mucha frecuencia durante las horas de trabajo en el colegio. Este factor de carga de trabajo no se registró con tanta fuerza en el nivel secundario, pues fue el 19% de los profesores el que manifestó encontrarse en esta situación durante su jornada de trabajo.
Un 22,1% de los maestros y un 11,7% de los profesores expresó tener que transportar peso durante el desarrollo de su actividad, debido al traslado de los elementos necesarios para realizar su trabajo como cuadernos, libros y material didáctico.
El 26 % de los docentes de primaria y el 18,1% de los de secundaria reconoció haber padecido calor con mucha frecuencia durante el dictado de sus clases, y el 16,4% de los maestros y el 9,2% de los profesores haber padecido frío.
Factores de carga mental
Atento a la propia naturaleza del trabajo docente, se reconoce la existencia de un variado número de factores de carga mental. El docente aparece como el único responsable de una gran cantidad de niños/jóvenes, con quienes tiene que lograr llevar adelante los procesos de enseñanza-aprendizaje, realizando un sinnúmero de acciones simultáneamente. Necesita concentrarse en la clase para explicar contenidos, y al mismo tiempo debe atender las necesidades de cada alumno, motivarlos e incentivarlos. Además, establece un vínculo afectivo con los alumnos, a quienes les transmite no sólo conocimiento, sino también valores y pautas de conducta.
A esto han de sumarse otras tareas, que se realizan fuera del aula o fuera del horario escolar, que refieren entre otras a planificar la clase, seleccionar el material, adaptar los manuales, preparar exámenes y trabajos prácticos, corregir, confeccionar boletines y registros.
El apremio
del tiempo también constituye un factor de carga mental, dado que se requiere de una mayor concentración para poder llegar a los resultados buscados, existiendo tareas con plazos estipulados e inamovibles para presentar planillas, notas, boletines, registros e informes pedagógicos, tareas que es necesario llevar adelante conjuntamente con todas las otras actividades que se describieron anteriormente.
La excesiva cantidad de alumnos por curso es un tema señalado con fuerza y en forma recurrente donde se pone de manifiesto la sobrecarga física y mental que esto implica como así también la urgencia en la necesidad de revertirlo. Nuestra investigación nos permite señalar que los docentes de nivel primario tienen en promedio 61 alumnos y los de nivel secundario 199 alumnos.
El 44,2% de los docentes encuestados de nivel primario y el 27,3% de los profesores se encuentran realizando importantes esfuerzos de concentración y/o atención, como así también un 45,4% de los maestros y un 34,9% de los profesores está llevando a cabo un sinnúmero de actividades al mismo tiempo.
El 46,3% de los maestros y el 29,1% de los profesores se encuentra tomando decisiones rápidas frente a situaciones imprevistas durante el desarrollo de su tarea. Asimismo, un 58,2% de los docentes de nivel primario y un 38,9% de los del secundario consideran estar exigiéndose para realizar tareas en un tiempo determinado (hacer boletines, completar registros, cumplir con la planificación, etc.), poniendo de manifiesto el apremio del tiempo como factor de carga mental al desarrollar su tarea.
El hecho de trabajar con personas y atender las necesidades de los alumnos genera un sentimiento de excesiva responsabilidad por tener a cargo niños/jóvenes, situación manifestada por el 47,7% de los docentes de nivel primario y el 34,2% para los profesores de nivel secundario.
Factores de carga psicosocial
Los factores de carga psicosocial se vinculan con los aspectos emocional y relacional de la actividad laboral. Cuando el trabajo no permite desarrollarse como persona, cuando existen aspectos que lo afectan a nivel emocional, o cuando la forma en que se lleva a cabo el trabajo le impide relacionarse con los demás, el trabajador se ve claramente afectado.
En nuestra investigación indagamos acerca de los aspectos emocionales y relacionales del trabajo docente. En cuanto a lo relacional, abordamos la relación del docente con sus alumnos, con los padres, con sus compañeros de trabajo y con las autoridades de la escuela. En esta etapa, presentamos los resultados referidos al vínculo con los alumnos.
Algunas de las exigencias a nivel psicosocial que se encuentran en el trabajo docente tienen que ver con aspectos tales como esconder las propias emociones ante los alumnos: un 36,8% de los docentes encuestados de nivel primario mencionan sentir esto último. Asimismo, un 48,6% de los maestros manifestó que cuando se va de la escuela sigue pensando en los problemas de sus alumnos.
Un 47,3% de los maestros expresa que contiene emocionalmente a sus alumnos, así como también un 19,8% siente que le faltan herramientas para hacer frente a determinadas situaciones que se presentan durante el desarrollo de su tarea. Al mismo tiempo, un 15,5% de los docentes de nivel primario encuestados siente que hay momentos que lo agotan emocionalmente.
De nuestra investigación surge que los docentes encuestados de nivel secundario, un 37,7% cuando se va de la escuela sigue pensando en los problemas de sus alumnos y un 28,5% los contiene emocionalmente. Asimismo, el 30,2% de los profesores siente que tiene que esconder sus propias emociones ante sus alumnos.
Un 12,9% de los profesores siente que hay momentos que lo agotan emocionalmente y que le faltan herramientas para hacer frente a determinadas situaciones que se presentan en el aula.
NEFFA, Julio César, Las condiciones y medio ambiente de trabajo (CyMAT). Presentación de la concepción dominante y de una visión alternativa, CEIL-PIETTE, Buenos Aires, 1995; y PARRA, Manuel, “Condiciones de trabajo y salud en el trabajo docente” en Revista PREALC Nº 1, julio de 2005.
[2] Op. Cit. NEFFA.